Historia de Guerra 2

La siguiente historia de guerra es de las más pendejas que tengo en mi memoria. El lugar en donde he vivido toda mi vida siempre ha sido tranquilo, aunque por los 80 se presumía que era territorio de bandas que intentaban disputarse pendejamente un lugar para drogas baratas, u oportunidades para el atraco. En fin, a mi ya no me tocó presenciar esas tropelías pero, si llegué a conocer a varios cabulas que ya para entonces, se habían retirado del ambiente pandillero, o eso solía creerse, porque aunque uno trate de lavarse los errores o las culpas pasadas, muchas manchas siguen poniéndose rejegas para desaparecer y esto fue lo que le paso a “El Mario”, unos dos minutos antes de llegar a mi casa después de salir de la secundaria, unos tipos en un auto tocaron a su casa, su madre cortésmente preguntó:
-¿quién es?-
-Disculpe, se encuentra Mario-
Creo que esta debió de ser la parte obligada en que la madre responde:
-¿De parte de quién? Pero no lo hizo, ha de haber entrado como otras tantas veces diciéndole a su hijo que le hablaban allá afuera. Mario tampoco se pregunto quién podría ser y abrió la puerta sólo para recibir tres tiros: unos en la cabeza y dos en el pecho. Cuando me aproximaba mi casa ya se encontraban los tan acostumbrados mirones, me sume a ellos por unos diez segundos y después entre a mi casa, ya casi comenzaban “Los años maravillosos”.