El siguiente texto lo escribo después de leer el blogg de Perl, después de la muerte de su perro.
Sin duda, una de las cosas que más he odiado en el mundo, es que la gente pendeja compre animales, o que ande chingando por que algún otro puto culero, le regale los cachorros de la hembra que por mierdero no quiso esterilizar. A mi no me anden con mamadas de que: ¡Ay no, yo creo que les hace daño si no dejo que tengan a sus primeros cachorritos! ¡NO MAMEN! ¿Que? Después la madre va a solicitar una demanda por daño psicológico, o que pedo? Si hay una de las cosas que me parte la madre, es ver perro o gatos por las calles todos flacos madreados, o peor aún, que un puto wey o un chamaco hijo de puta los ande ahí chingando. No puedo presumir que a mis gatos los trate como reyes, pero tratamos de darles lo necesario. Tenemos dos gatas que por casualidad encontramos en la calle con pocas semanas de nacidas, y otros dos que sus dueños no quisieron ocuparse de ellos. Tres son hembras y un macho, todos ellos esterilizados. Todo lo anterior viene al caso, porque hace como año y medio cuando volvía de la Fuck, vi a un lado de mi casa en una jardinera, a dos gatitos que tenían como un mes de nacidos. Estaban ahí maullando y juntitos, juntitos, entré a mi casa y no pude dejar de sentir como mis pulmones se rellenaban de mierda, así que salí y dije ¡Chingue su madre Calderón, me los voy a quedar aunque me manden a la verga de mi casa, después trato de buscarles casa! Ya cuando estaba dentro los revisé y no tardé en darme cuenta que los dos tenían tapados los ojos, así que preparé un poco de manzanilla y se los destapé, sólo para darme cuenta de que estaban ciegos, ¡puta madre¡ la vida es culera y a veces, excesivamente muy culera!. Al otro día mi hermana me completo con una lana y los llevamos al veterinario para que los durmiera para siempre.
Creo que sin duda ¡La vida es culera! Aunque de nosotros depende en gran medida de cuanto más, o cuanto menos.